Desde que se publicó en la web de Alto Campoo andábamos con el gusanillo detrás de la oreja con esta ruta. Teníamos ganas de rodar por esa zona y además la olla ferroviaria del final hacía ganar enteros a la idea.
Llegamos a Brañavieja Jorge (Popo), Borja y yo(Ramón) a eso de las 8:15 con margen de tiempo para recoger los dorsales y preparar bien las cosas. Esperábamos un día soleado y hemos llegado con una temperatura que rondaba los 10º, cielo encapotado y una fina lluvia. Toda la gente que allí estaba había venido con ropa de verano y la cosa no pintaba bien...
Para no estar parados, nos hicimos algo de subida dirección al Chivo, bien abrigados y de nuevo vuelta a la zona de salida.
Poco mas tarde de las 9 arrancamos, partiendo de la Corza Blanca hacia el aparcamiento dirección al refugio desde donde empezamos a bajar campo a través por un terreno bastante suelto, con gran pendiente y el problema añadido de ser unas 250 personas a la carga. Tras esta zona inicialmente complicada, tras un corto sendero alternado con un poco de piedra y barro tomamos una buena pista que nos lleva en siempre en descenso hacia el pueblo de Abiada y lo bordeamos para dejar tambié de lado Hoz de Abiada.
Desde ahí una zona boscosa para continuar hacia los poblados de Villar, Ormas, Soto y La Serna para hacer una primera parada en Argüeso donde encontramos el primer avituallamiento del día (Líquido y fruta, no nos habíamos ganado nada mas aún que había sido todo descenso).
Desde Argüeso encontramos el primer repecho del día, que hace subir las pulsaciones y la temperatura, ya que el tiempo había mejorado y el sol apretaba. Aún así, el Popo llega arriba contento.
Pasamos por Camino, Fontecha, Fresno del Río y entramos ya en el nucleo de Reinosa, donde tendremos el avituallamiento fuerte de la jornada. Y tan fuerte!! como se lo montó esta gente de Alto Campoo, con cantidad de bebidas de todo tipo, sandwiches variados, galletas y bollos de veinte sabores...Vamos, que alguno que yo me sé tardó un buen rato en digerir la engullida y posiblemente lleve toda la semana desayunando con lo que se guardó en el maillot.
Pero la vida es dura, y había que ponerse en ruta de nuevo, sabiendo que ahora ya no había descanso hasta Brañavieja y todo lo que habiamos bajado teníamos que subirlo ahora.
Salimos de Reinosa y pasamos junto al campo de glof de Nestares. Pisteamos, sendereamos y callejeamos pasando por Barrio, Naveda y Mazandrero para llegar después a Entrambasaguas y tras llegar a La Lomba, cruzar la carretera y coger la pista que sale a la izquierda en la primera curva según se pasa el pueblo.
Ya nos lo avisó un miembro de la organización, "ahora viene lo mas jodido, hasta aquella zona blanca", y efectivamente, la pista cogía pendiente. Para que nadie se aburriera, un par de zonas jodidas entre pradería y alguna bajada "un poco técnica", como decía alguno:
Pero no acababan aquí las sorpresas y en nuestro camino hacia El Henar (1470m), nos encontramos con un último tramo muy jodido, inicialmente por la pendiente y luego a esta se le unió un firme pedregoso que nos hizo echar pie a tierra (a unos antes que a otros eh,Borja?)
Pulsaciones en record del día, patas bien calientes y aún un último premio, un porteo de aproximadamente un kilómetro por una zona de buena pendiente hasta llegar a la carretera:
Andábamos mosqueados con el tercer avituallamiento, porque estábamos a falta de pocos kilómetros de la llegada y no teníamos noticias del tan preciado líquido. Peeeeero, al llegar a la carretera en el Henar nos encontramos con el premio. De nuevo bebidas variadas y frecas, frutas y algo de bollería que nos dejaron preparados para afrontar los últimos kilómetros.
Algo mas de un kilómetro de carretera y nos desviamos a mano derecha para ascender con bastante pendiente por un sendero que nos deja ya a la altura de Brañavieja. Avanzamos por el sendero y alcanzamos una pista que ya nos lleva en descenso con vistas al pueblo.
Una vez abajo, limpieza general, foto de grupo y a prepararse para el rancho!!
Y para terminar un día perfecto, comilona en el restaurante del hotel La Corza Blanca, donde nos sirvieron varios platos de pataras con carne, bien regadas con vino y agua y una tarta de queso de postre. Nuestras caras muestran ya el estado semi-siesta en el que nos encontrábamos:
Y con la misma a la poponeta y rumbo a Torrelavega totalmente satisfechos con el día.
Aprovecho para dar la enhorabuena a la organización por su atención desde el principio, la buena señalicación del recorrido, el buen humor, los fantásticos avituallamientos y la pedazo comida para rematar. Por 15 euros creo que no se puede pedir más. A ver si aprenden otros!!
Nos vemos en la próxima!
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